Para llevar el espíritu olímpico a las naciones en
desarrollo en la década de 1990, el Comité Olímpico permitió que un pequeño
número de "Wild Card" compitieran entre sí para unirse a los atletas
ya clasificados a los Juegos. Pero debido a que no tenían que pasar por ninguna
ronda de clasificación para competir, no todos los contendientes llegaron
preparados.
Un nadador de Guinea Ecuatorial llamado Eric Moussambani
sólo había estado entrenando para el estilo libre de 100 metros durante unos
ocho meses. Nunca había estado en una piscina olímpica y curiosamente tampoco
había participado en competencias de más de 50 metros . No obstante,
estaba decidido a representar a su país.
Los nadadores de Níger y Tayikistán completaban la tercia de comodines aspirantes a asistir a los Juegos
Olímpicos y después de ser llamados a sus marcas los representantes de estos
dos países, en su afán de ser los ganadores, salieron en falso y
automáticamente fueron descalificados. Ante esto Moussambani quedo como único
competidor, pero para clasificar oficialmente debía cumplir con el protocolo de
hacer la carrera, aunque lo hiciera solo.
Los primeros 50 metros los nado sin contratiempos, pues para
eso sí estaba entrenado, pero las penurias comenzaron al darse la vuelta para
completar la carrera. Cuando llevaba los 75 metros , , la situación
parecía tan grave que daba la impresión de estar nadando por su vida y no en
una competencia.
Cuando finalmente a Moussambani le faltaban 10 metros para el final y
después de ver el tremendo esfuerzo que estaba realizando, a multitud lo empezó
a apoyar para que llegara a la meta.
Su tiempo final fue de 1:52.72, más del doble que la de los
otros competidores, sin embargo, Moussambani se encontraba eufórico de haber
terminado su primera carrera de 100 metros , y dijo a los reporteros: "Yo
voy a saltar y bailar toda la noche para celebrar mi triunfo personal."
Siguió su preparación para los Juegos del
2004 llegando a bajar su tiempo hasta los 57 segundos, pero no pudo participar por problemas con su vusa.
Aunque nunca gano una medalla Olímpica, el esfuerzo para terminar su carrera
clasificatoria quedó enmarcado como un evento motivacional y como ejemplo para quienes
quieren sobresalir en la vida.
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