Katrin Alemania Holtwick lleva la cinta Kinesio en su
estómago durante un partido de voleibol de playa.
Usted puede haber notado que a una buena cantidad de atletas en los Juegos
Olímpicos de Londres se les veía cubiertos de cinta adhesiva de color azul brillante, rosa, negro o beige. Ellos cubren cualquier parte de su cuerpo,
desde los hombros y la espalda hasta los abdominales y las piernas.
El material que utilizan se llama cinta de Kinesio. Su inventor -el quiropráctico y acupunturista japonés Dr. Kenzo Kase- afirma que la cinta elástica reduce el dolor y es compatible con los músculos sin restringir el movimiento al igual que otras cintas de deportes tradicionales. De acuerdo con el sitio web de Kinesio , la cinta "levanta la piel para facilitar el flujo en los canales de humedad."
Esta cinta especial fue desarrollado hace más de treinta años,
pero fue hasta hace poco que ha ganado popularidad. Y fueron los luchadores de sumo, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, los que le dieron fama.
Desde entonces, según datos proporcionados por Michael Goodlas -director internacional de la Corporación Kinesio Holding- las ventas han aumentado
un 300 por ciento.
Pero la pregunta sigue siendo: ¿Tiene realmente ese raro material pegajoso una ventaja física para los atletas?
"Probablemente es más psicológico que otra cosa ya que la evidencia científica no es muy alta. Necesitamos más pruebas. Aun no tenemos informes de
investigaciones científicas que indiquen claramente la razón por la que la gente está usando una cinta Kinesio", comentó Kase a Michelle Roberts, de la BBC.
Referente al rendimiento físico de los atletas, el profesor de deportes de la Universidad de Bedfordshire John Brewer dijo: "Personalmente, creo que es más bien un efecto placebo. No hay datos firmes científicos que demuestren que tiene un
impacto sobre el rendimiento o que previene las lesiones."
Sin embargo, a pesar de las dudas, es evidente que el adhesivo de colores
ha encontrado una sólida base entre los atletas participantes de los Olímpicos de Londres.